II Domingo de Adviento: Mt 3, 1-12
«Voz del que grita en el desierto: preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas».
Enderezar un sendero para el Señor significa emprender la reforma de nuestra vida, convertirse. Lo que hay que allanar y los obstáculos que hay que retirar son el orgullo -que lleva a ser despiadado, sin amor hacia los demás–, la injusticia -que engaña al prójimo, tal vez aduciendo pretextos de resarcimiento y de compensación para acallar la conciencia–, por no hablar de rencores, venganzas, traiciones en el amor. Son hondonadas a colmar la pereza, la desidia, la incapacidad de imponerse un mínimo esfuerzo, todo pecado de omisión.
Pero la palabra de Dios jamás nos aplasta bajo una mole de deberes sin darnos al mismo tiempo la seguridad de que Él nos brinda lo que nos manda hacer. Dios, dice el profeta Baruc, «ha ordenado que sean rebajados todo monte elevado y los collados eternos, y colmados los valles hasta allanar la tierra, para que Israel marche en seguro bajo la gloria de Dios». Dios allana, Dios colma, Dios traza la senda; es tarea nuestra secundar su acción, recordando que «quien nos ha creado sin nosotros, no nos salva sin nosotros».
6 comentarios
Comments feed for this article
9 diciembre, 2007 a 13:59
Dorli
A veces, en la vida del cristiano, cuando este piensa que ya está en la vocación recibida de Dios y tiene su vida diaria organizada, ya no vendrán cambios importantes, salvo la progresiva desaparación de los seres queridos a lo largo de toda tu vida.
Y, cuando ya no esperas toques de conciencia de envergadura, viene alguien que te dice: despierta, y escucha la voz del Espíritu, por que quiere algo más de tí.
Te quedas perplejo, y piensas: ¿de qué va este? ¿acaso se cree que me conoce o conoce la Voluntad de Dios sobre mí? ¿Acaso no tengo yo un director espiritual que me va indicando el camino por el cual andar?
Y sin embargo, hay un «picorcillo» en el corazón que te inquieta, vas a la oración y te quedas de pasta boniato cuando el Señor te hace ver que aún no estás suficientemente abierto y receptivo a Sus Santas Mociones.
¿Me pedirá aquello que me cuesta tantísimo? ¡Dios mío, si es posible no me lo pidas… pero que se haga en mí según Tu Deseo y no según el mío.
Y esperas instrucciones …
9 diciembre, 2007 a 15:39
Dorli
En mi entrada anterior, me parece que no he estado acertada. pero como en tu blog no se puede borrar, te pongo otro comentario, aún a riesgo de ser pelmaza…
Convertirse a Cristo, hacerse cristiano quiere decir recibir un corazón de carne, un corazón sensible a la pasión y al sufrimiento de los demás. -Benedicto XVI. Viernes Santo 2007
La conversión es cambio de vida fruto de un encuentro con Jesucristo que nos lleva a ver la vida centrada en El y ordenada en la moral.
La conversión es una gracia de Dios otorgada por los méritos de la redención de Cristo que murió en la cruz para reconciliarnos con el Padre.
La conversión es esencial para ser discípulos de Cristo y salvarnos.
Ya que todos somos pecadores, todos necesitamos continua conversión.
No lo dejes para mañana…San Agustín retaba a los paganos que retrasaban su conversión con semejantes palabras: ‘Si ya lo has pensado, si ya lo tienes decidido, ¿a qué esperar? Hoy es el día, ahora mismo; no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy’.
Dejarlo para luego es exponerse a dar marcha atrás; no todos los días estás decidido, no a toda hora estás preparado para este paso’. Pero no daban el paso, por temor a un cambio demasiado brusco; y, al verlos indecisos y afirmando que lo harían cualquier día, San Agustín arremetía con una lógica de espada filosa: ‘Si ahora no te animas, ¿por qué dices y crees que lo harás algún día? No estés tan seguro, te costará más que hoy; quizás no tengas ya deseos del cambio; las fuerzas contrarias volverán a la carga’. ¿Por qué dices que alguna vez lo harás?, ¿tendrás oportunidad?, ¿seguirás con vida mañana?, ¿te dará Dios la gracia de la conversión? Teme a Cristo que pasa y no vuelve.
Al demonio le encanta ilusionar a la gente y engañarla con la conversión de mañana; a Dios le gustan las cosas hoy y ahora: Hoy es el día de la conversión. “Hoy, si escucháis su voz, no endurezcáis el corazón
9 diciembre, 2007 a 21:30
Dorli
Definitivamente soy una pesada, pero confío que me perdonas.
Dios es paciente contigo, por que le quieres mucho y Él lo sabe, claro.
Hoy es el día de la conversión para tí, para mí, para todos, no lo olvides.
¡Todos estamos llamados a convertirnos a diario!
Me temo que eres muy exigente para contigo mismo y no quiero contribuir a que te exijas más aún, si es que Dios no lo dispone así.
Así que compartiré contigo también lo recibido hoy en la oración:
«Es bueno recordar siempre que mi Amor llega hasta los confines de la Creación.
Esa vertiente universal y social debe plantar su tienda en vuestro corazón para que no haya barreras a la acción expansiva de Mi Amor en vosotros.
Debéis meditar y valorar cada impulso interno del Amor hacia vuestro prójimo, aunque cueste esfuerzo, y seguirlo, y lanzaros a hacer aquello que el Amor os susurra al oído.
Os pido que sirváis a los demás con vuestra vivencia de Fe.
Mi Gracia y las fuerzas necesarias, las tenéis garantizadas. »
Abrazos.
11 diciembre, 2007 a 14:49
Dorli
Un amigo en común me ha hablado de una misión en Egipto, para los más pobres: Mira —> http://misionenegipto.blogspot.com/
13 diciembre, 2007 a 09:11
Dorli
hay un hombre llamado Cristian que, desde posiciones ateas y anticristianas, desea apostatar oficialmente de la Fe Católica.
¿quieres ayudarnos a ayudarle? Sergio y yo , y la mamá del blog Aeronauta estamos intentando hablar con él.
Lo encontrarás en : http://0cae0.blogspot.com/
Gracias.
13 diciembre, 2017 a 00:05
Valentina
No debemos alejarnos de Nuestro Señor porque Él nunca se ha alejado de nosotros 💝