«Hermano mio, no te importe mucho quién está por ti o contra ti. 

 Busca y procura simplemente que Dios esté contigo en todo lo que haces. 
 
Ten buena conciencia y Dios te defenderá. 
Aquél a quien Dios quiera ayudar no le podrá dañar la malicia de cualquiera.
Si tú sabes callar y sufrir, sin duda verás el favor de Dios.
 
Él sabe el tiempo y modo de librarte, y por eso te debes ofrecer a Él.
A Dios corresponde ayudar y librar de toda confusión«.
Tomás de Kempis